

Uno de los puntos clave para que una vivienda (piso) sea pasiva es que su envolvente térmica sea estanca al paso de aire; conseguir un elevado nivel de hermeticidad y aislamiento. En el caso de un piso dentro de un bloque de viviendas, la intervención necesaria en la envolvente para conseguirlo, generalmente, deberá realizarse por el interior de la vivienda. Salvo que haya un acuerdo con los vecinos de la comunidad y se pueda actuar por el exterior de la fachada.
Con esta intervención se aumentará el nivel de aislamiento y hermeticidad del piso y contribuirá a reducir la demanda energética de la vivienda.

Otro de los puntos claves de las viviendas pasivas es que cuentan con un sistema de ventilación mecánica con recuperación de calor. Esta instalación tiene una elevada eficiencia energética y permite garantizar la calidad del aire interior de la vivienda asegurando la correcta renovación de aire de los espacios interiores.


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