
Lo primero que debemos saber es cuál es el punto de partida: el estado de tu vivienda. Es importante conocer el estado actual de la estructura, de las instalaciones, de las carpinterías, el consumo energético de la vivienda…para tener un punto del que partir y conocer exactamente el estado para planificar bien lo que se quiere conseguir.
Lo segundo, pero no menos importante es saber lo que se quiere hacer y el presupuesto disponible. Así, podemos optimizar al máximo los recursos disponibles y destinar el presupuesto a lo que consideremos más importante.


En función del alcance de la intervención, las reformas pueden clasificarse como obra menor y como obra mayor. Tanto una como otra, hay que comunicarlas al Ayuntamiento, pero la tramitación es diferente.
En el caso de obras de escasa intervención (cambiar puertas y ventanas, modificar baños y cocinas…) hay que solicitar una licencia de obra menor que se gestiona en el Ayuntamiento a través de un DROU (declaración responsable de obras y usos) acompañada de un documento técnico en el que se describan las obras a realizar y un presupuesto detallado de las mismas.
Si la intervención supone la modificación de la superficie o volumen de la vivienda, estructura, fachada o instalaciones, o bien es una reforma integral de la vivienda; la solicitud será de licencia mayor y será necesario que presentes en el Ayuntamiento un Proyecto completo, con Dirección de obra, redactado por un arquitecto y visado por el Colegio de arquitectos correspondiente.
Si vives en una comunidad de vecinos, tendrás que pedir permiso a tu comunidad si las obras que pretendes realizar afectan a los elementos comunes del edificio como la estructura, la fachada, los montantes de agua, chimeneas, las bajantes de baños y cocinas… Aunque, por cortesía hacia tus vecinos y para garantizar una buena convivencia, aunque las obras no afecten a elementos comunes, es recomendable que les comuniques las características y el alcance de las obras por las posibles molestias que puedan ocasionarles.

Además, deberás tener en cuenta las tasas e impuestos municipales al solicitar licencia; cada Ayuntamiento tiene unas distintas, tanto para obra menor como obra mayor. La más destacable es el ICIO (Impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras), un porcentaje que suele estar en torno a un 2 y un 4% del presupuesto de ejecución material.


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